Durante mi embarazo empecé a interesarme por la psicología perinatal, pienso que la base de la salud mental se construye en el vínculo del bebé con la madre y en los primeros años de vida.
Por ello, la importancia de cuidar emocionalmente a las mujeres desde antes de la concepción, durante el embarazo, el parto, postparto y la crianza. Acompañando a la díada madre-bebé construimos una sociedad con más equilibrio emocional.
La maternidad y la crianza pueden ser momentos vulnerables para la mujer. El riesgo de padecer un trastorno mental es más elevado durante el embarazo y el postparto.
La depresión, la ansiedad o el Trastorno por estrés postraumático son los problemas psicológicos más frecuentes. Los problemas de fertilidad y las pérdidas gestacionales provocan un gran sufrimiento en las madres y las familias.
Maternar en la época actual es un difícil reto. Por una parte, cuando llega cierta edad nos sentimos presionadas para ser madres. No todas las mujeres lo quieren ser y muchas se sienten incomprendidas. Otras mujeres quieren ser madres y tienen dificultades para quedarse embarazadas.
Buscamos el “momento ideal” para ser madres (trabajo estable, pareja, piso…) y esto difícilmente se consigue antes de los 35 años, momento en el cual la fertilidad “cae en picado”. Es un problema para las mujeres y para la sociedad en general. Aquí entran las técnicas de reproducción asistida, a las que acuden muchas parejas. Además, a las mujeres se nos “vende” que tiene que ser una época de plenitud y felicidad… nada más allá de la realidad.
Para muchas mujeres el cambio hormonal junto con los cambios vitales, conlleva sentimientos de miedo, tristeza o culpa. Para acabar de “rematar”, las políticas actuales no ayudan para nada a las madres. Conciliar la maternidad con el trabajo no es nada fácil. A las 16 semanas finaliza la prestación por maternidad y muchas madres se ven obligadas a volver al trabajo, dejando a sus bebés al cuidado de otras personas, momento en el cual las madres están fusionadas (solo existe uno, no hay separación) con sus bebés.
Aquellas “afortunadas” “que se lo pueden permitir”, piden reducciones de jornadas, excedencias o dejan sus trabajos. Hagan lo que hagan, todas son juzgadas. ¿También te has sentido así?
Metodología de trabajo
Trabajo desde un modelo cognitivo-conductual y ecosistémico, teniendo en cuenta las diferentes áreas sociales y culturales que rodean a la mujer y al bebé.
Además de las sesiones de psicología individuales, me parece fundamental el acompañamiento en grupo. Por ello, organizo grupos de madres con preocupaciones similares.
Dificultades que atiendo en esta área
- Ansiedad y depresión durante el embarazo
- Ansiedad y depresión durante el postparto
- Duelo perinatal
- Problemas de fertilidad
- Trastorno por estrés postraumático (TPET)
- Dificultades en la crianza
Preguntas frecuentes de mis pacientes
¿Me puedes dar unas recomendaciones psicológicas para el embarazo y el postparto?
- Apóyate en tu pareja, amigos y familia
- Relaciónate con otras mujeres embarazadas. El apoyo del grupo es muy positivo
- La maternidad va asociada a los sentimientos de culpa. Intenta fomentar pensamientos positivos sobre tu embarazo y tu bebé
- Practica ejercicio físico moderado
- Practica ejercicios de relajación y respiración. El yoga y el mindfulness tienen muchos beneficios para la madre y el bebé
- Dedida un tiempo cada día a hacer actividades que te gusten y a cuidarte
- Descansa todo lo que puedas
¿Es cierto que sólo los bebés que toman leche materna tendrán un buen vínculo con sus madres?
¡No! La lactancia es la "herramienta fisiológica" que facilita el vínculo.
A través de ella, la madre y el bebé inician una relación alimentaria pero sobre todo afectiva. La OMS recomienda la lactancia materna exclusiva hasta los 6 meses del bebé y posteriormente, cuando el bebé inicia la alimentación complementaria, continuar hasta los dos años. Sin embargo, no todas las mujeres pueden o quieren dar el pecho.
La lactancia materna favorece el contacto piel con piel y la interacción madre-bebé. Pero no solo a través de la alimentación se favorece el vínculo. Las madres están 24 horas al día porteando, cantando, jugando, abrazando, bañando, vistiendo, dando besos, etc. Por ello, si no puedes o decides que no quieres dar el pecho, no te sientas culpable.
Tienes muchos más momentos de interacción que ayudarán a crear un vínculo seguro con tu bebé.
¿Cómo puedo diferenciar si tengo depresión postparto o estoy en el "maternity blues"?
¿Cómo puedo saber si he sufrido violencia obstétrica?
Si sientes que durante el embarazo o el parto no has sido bien tratada por parte del equipo médico, tus preferencias no han sido respetadas, te han hecho sentir infantilizada, etc. seguramente hayas sufrido violencia obstétrica. La violencia obstétrica puede causar mucho sufrimiento en la mujer. Algunas mujeres sufren Trastorno por estrés postraumático como consecuencia. Se caracteriza por una pérdida de memoria sobre lo sucedido, pesadillas, pensamientos e imágenes repetitivas. Si te has sentido así, expresa lo que te ha sucedido y contacta con un psicólogo perinatal.
A veces siento mucha ansiedad cuando pienso en que le puedo hacer daño a mi bebé. ¿Es normal?
No estás sola. Si te preocupa alguno de estos aspectos contacta conmigo:
- Tienes dudas sobre si quieres ser madre
- Quieres ser madre pero tienes dificultades para quedarte embarazada
- Estás en un proceso de reproducción asistida y lo estás pasando mal
- Estás embarazada y sientes una preocupación constante o estás muy triste
- Has perdido a tu bebé
- El posparto está siendo muy difícil y necesitas apoyo
- Quieres favorecer el vínculo seguro con tu bebé
- Quieres estar preparada, sin miedo, para el parto
- Sientes que tu parto ha sido traumático
- Necesitas apoyo en la crianza temprana