SOS cambio de pañal

SOS… Mi peque no se deja cambiar el pañal

Muchos padres explican angustiados en algún momento que el cambio de pañal de sus bebés es una batalla campal. Los peques se resisten a que les cambien, lloran desconsoladamente, se ponen rígidos y hasta dan golpes.

Todas estas conductas se dan en niños sin dificultades de desarrollo y son bastante habituales. Pasar de una actividad a otra, las transiciones, no acostumbran a ser fáciles para los peques. Sobre todo, si están jugando y en ese momento les tenemos que cambiar el pañal, es un momento muy desagradable para ellos.

Cuando todavía no gatean y no han empezado a caminar, suelen colaborar más. Cuando los bebés empiezan a caminar hacia el año de vida, les incomoda mucho que los inmovilicemos y los recostemos para cambiar el pañal. Es un momento especialmente delicado porque con los movimientos bruscos, el bebé se puede hacer daño o caerse del cambiador.

El momento de cambio de pañal es perfecto para establecer formas de comunicación positivas y que nuestros hijos/as se sientan cuidados y atendidos en un marco seguro en el que se lo escucha y se lo valora como ser competente y en desarrollo de sus capacidades.

Algunas ideas que os pueden ayudar:

  • En el caso del pipí, podéis cambiar a vuestro hijo de pie, suelen quejarse menos.
  • Tener a mano algún distractor (juguete, cuento, instrumento) para desviar su atención.
  • Antes de llevar al peque al cambiador, explicarle que lo vamos a cambiar porque se ha ensuciado y después se va a sentir mucho mejor.
  • Mirar juntos un cuento sobre esta temática.
  • Existen cambiadores tipo Pickler que permiten que el peque se mueva sin problemas.
  • Tener todo a punto para tardar lo menos posible.
  • Intentar no tener las manos frías y la habitación a una temperatura adecuada.
  • En muchos casos ayuda jugar a cambiar el pañal de un muñeco con la colaboración del peque.
  • Vestirlo con ropa fácil de poner y sacar, evitando la ropa con muchos botones, rígida…
  • Tocar al bebé con suavidad.
  • Mantener una actitud tranquila y segura.
  • Anticipar y describir las acciones que vamos haciendo.
  • Recordar la importancia de la comunicación no verbal: la mirada, los gestos corporales, la sonrisa, el tono de nuestra voz.
  • Intentar cambiarlo en el mismo lugar y repetir las mismas rutinas, así el peque puede anticipar lo que va a pasar.
  • Cambiarlo una vez tenga sus necesidades satisfechas (hambre, sueño).
  • Si lo van a cambiar adultos distintos, intentar seguir las mismas rutinas.

Y recordad que es una fase y que TODO PASA! ¡Ánimo!!

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