¿Cómo puede comunicar a sus hijos que quiere separarse? ¿Cuáles son las reacciones emocionales más frecuentes que pueden aparecer en sus hijos?
En la actualidad existe un gran número de matrimonios que se rompen y parece que la familia tradicional (padre, madre e hijos que viven juntos) está en declive. Podemos decir que las separaciones y divorcios forman parte de nuestra realidad familiar y social más actual.
La separación implica gran cambio para todos los miembros de la familia y sobre todo para los más pequeños. Es una noticia muy dolorosa para todos sus miembros, ya que implica cambio y desmembramiento. La forma en que los padres se comporten entre ellos y con el hijo y la forma en que comuniquen la noticia a los hijos será decisiva para evitar que aparezcan problemas psicológicos.
Podemos considerar la separación de los padres como un período de duelo que reorganizará la estructura familiar y emocional de todos los miembros de la familia. Los expertos en la materia sostienen que el conflicto entre los padres tiene una influencia más duradera y destructiva sobre los niños que la propia separación. Por eso se pueden seguir una serie de recomendaciones para reducir el impacto emocional en los hijos.
“El divorcio no pone fin a la familia,
lo que hace es reorganizarla,
dado que los padres lo son de por vida”.
Folberg (1998)
¿Cuándo comunicar la noticia de la separación?
Cuando los padres estén seguros de que es una decisión definitiva. No hace falta esperar pensando que así no haremos tanto daño a los hijos. No esperar a que uno de los padres abandone el hogar. Seguramente sus hijos ya se imaginan algo, pero a veces tienen miedo a preguntar y están esperando a que los padres les comuniquen la noticia.
¿Quién y cómo se va a comunicar la separación?
- Lo más recomendable es que sean padre y madre a la vez quienes comuniquen la noticia a los hijos. Es muy importante que se explique la ruptura como una decisión conjunta.
- Se debe buscar un momento tranquilo del día y sin prisas. Un buen momento para ello es el fin de semana.
- Lenguaje claro e intentar no dramatizar.
- Se debe explicar que a partir de ahora habrá unos cambios, que los padres ya no serán una pareja y por eso cada uno vivirá en una casa diferente.
- Remarcar que a los hijos les amamos mucho.
- Desculpabilizar a sus hijos, muchas veces pueden sentirse culpables de la separación.
- Se debe explicar a los hijos qué pasará a partir de ahora: con quien vivirá, cada cuándo verá al otro padre.
- Explicar que él no pierde al padre oa la madre, que se intentará que puedan verlo con frecuencia.
- Explicar el motivo de la separación de forma simple. No buscar culpables. – No es necesario explicar temas económicos y legales, esto es motivo de muchos enfrentamientos. – Que los niños no sean testigos de peleas entre sus padres.
- Explicar la noticia a los maestros de la escuela para que estén alerta de posibles reacciones anormales y también le puedan acompañar a nivel emocional.
¿Y después de la separación?
- Intentar reducir al máximo los cambios en la vida del niño: no realizar cambios de domicilio ni de escuela, mantener las amistades, continuar con la misma actividad extraescolar, etc.
- Mantener una buena organización para que los niños sepan con quiénes estarán. – Los padres deben comunicarse para hablar de los hijos e intentar seguir una misma línea educativa. También deben seguir los mismos hábitos en ambos hogares (alimentación, sueño…).
- Cuando uno de los padres tiene una nueva pareja, no precipitar la convivencia. No forzar a los niños a que les guste la nueva pareja.
- No hablar nunca mal del otro padre.
- No ceder al chantaje de los hijos: no ceder al intento de los hijos por aprovecharse la inseguridad afectiva de los padres para conseguir beneficios.
Dificultades que pueden aparecer en los niños
- Ansiedad: preocupación persistente, dolores de estómago, problemas para conciliar o mantener el sueño, dificultades en la alimentación (reducción o aumento de la cantidad de alimentos).
- Problemas de comportamiento: oposicionismo (no aceptar las normas), peleas con otros niños, etc.
- Dificultades en el rendimiento escolar: pueden descargar las notas.
- Sentimientos de tristeza, culpa e irritabilidad.
- Pueden aparecer regresiones: el niño puede volver a hacerse pipí o pedir volver a dormir con el padre o madre.
Se debe consultar al Psicólogo infantil y juvenil en caso de que aparezca alguno de los síntomas descritos de forma intensa y frecuente.
Bibliografía recomendada
- Cuando mis padres dejaron de ser amigos. Moore-Mallinos J. Edebé, 2006.
- Cuentos para enseñar a tus hijos a entender el divorcio. Johnston, Janet R. et al. Paidós Ibérica, 2002.
- El niño ante el divorcio. Fernández E., Godoy C. Pirámide, 2009.