Como madre y psicóloga también he pasado por este proceso que implica cambios, separación de nuestros hijos/as y un duelo por finalizar una etapa anterior. Se trata de un proceso que hacen los niños/as, pero también las familias. Los padres también sufrimos al dejar de pasar tiempo con lo más valioso que tenemos y nos preocupamos por cómo van a ser atendidos en la escuela infantil.
Cada niña es diferente y tendrá unas reacciones distintas, pero en general los niños/as lloran, se aferran a nuestros brazos y nos dicen que no nos vayamos. De alguna forma, sienten que los estamos abandonando. Es un proceso normal de reacción hacia un lugar y unas personas nuevas. Debemos tener en cuenta que pueden ocurrir regresiones en hitos que el niño/a ya había conseguido en el retiro del pañal, sueño, alimentación, etc.
El proceso normal es que las familias nos vayamos de la escuela dejando al niño/a llorando y al cabo de un rato, con el consuelo de los adultos/as referentes, el niño/a empiece a regularse, explorar el entorno y a jugar. Lo cual nos indica que está logrando construir un vínculo seguro con sus educadores y empieza a percibir la escuela como un espacio propio y de confianza, aunque la despedida siga siendo un momento difícil para todos.
Algunas reflexiones para las familias que pueden ayudar a acompañar este proceso:
- Confiar en la escuela que hemos escogido.
- Establecer rutinas y horarios antes de empezar la escuela infantil.
- Transmitir al niño/a que es el lugar donde sabemos que va a ser bien cuidado/a.
- Días previos a empezar la escuela, en función de la edad del niño/a, hablarle del colegio, el nombre de su maestra, pasar por delante del edificio.
- Adaptación lo más progresiva posible. Los primeros días, acompañar al niño/a dentro del aula, en función de las posibilidades de la escuela y nuestros horarios de trabajo.
- Siempre debemos despedirnos y decirle quién lo vendrá a buscar. Las despedidas deben ser cortas y debemos mantener la calma.
- Los objetos de transición (peluche, dudu) pueden ayudar a consolar al niño/a.
- Por las mañanas podemos repasar la rutina del día y hablar sobre lo que haremos por la tarde.
- Si ya caminan, intentar que entren caminando.
- No hacer cambios importantes en casa durante este periodo.
- Con niño/as a partir de 18 meses podemos utilizar cuentos sobre la entrada al colegio.
- En la medida de lo posible, durante las primeras semanas es preferible que lo acompañen los progenitores, más adelante ya podrán hacerlo otros familiares y personas de confianza.
- Es recomendable, sobre todo en los primeros días de la adaptación, que estéis disponibles. Es decir, si el niño/a lo está pasando muy mal y no deja de llorar, que se puedan poner en contacto con vosotros y vayáis a recogerlo. Mañana será otro día. Llegar un poco antes los primeros días en la medida de lo posible.


