Pautas generales para favorecer el sueño de nuestro hijo:
– Ir a dormir a una hora razonable y a la misma hora (para crear un hábito).
– Crear rutinas antes de ir a dormir (preparar los libros y la ropa para el día siguiente, hablar en la habitación, leer algo, masajito en la espalda, dar el beso de buenas noches). Se pueden utilizar señales que hagan patente la rutina (colgar en su habitación una imagen de un niño que duerme a la hora pactada).
– Eviar juegos muy activos antes de ir a dormir. El niño tiene que sentirse relajado media hora antes de acostarse.
– Hablar de sus miedos nocturnos.
– La podéis acompañar a su cama, estar un rato con ella e iros. No tenéis que esperar a que duerma. Le ponéis un despertador y le decís que volveréis a su habitación antes de que suene (10 minutos). Le podéis gratificar con un masaje (u otra recompensa) por permanecer en su cama. Gradualmente, se alarga el tiempo que debe permanecer en la cama antes de obtener la recompensa.
– A algunos niños les va bien tener una luz encendida.
– Tenéis que intentar ignorar todos los comentarios que haga respecto a no querer dormir.
– Si se levanta de la cama y va a vuestra cama, la acompañáis, intentando no entrar en la dinámica de quejas, enfados, etc.
– Enseñar al niño técnicas de respiración y relajación.
– Dejar preparado junto al niño todo lo que necesita para la noche (un vaso de agua, una linterna, etc.).
– Hacer su habitación más atractiva, el niño tiene que participar en estos cambios.
